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viernes, 6 de octubre de 2006

ESCUELA DE FUTBOL DE LOTA SCHWAGER



Tienen entre 6 y 15 años, sueñan con ser grandes futbolistas y lograr la victoria con el club de la lamparita en primera división. Ellos son para muchos, los diamantes en bruto que pretenden brillar en ligas profesionales, el futuro auspicioso en el que los fanáticos depositan sus esperanzas y Mauricio Pinto, sui entrenador, también..

Sólo necesitan tres cosas para ingresar: cédula de identidad, buenas calificaciones (sobre 6.0) y, lo más importante, las ganas de ser los mejores en el deporte que eligieron practicar.Para comenzar, estudian diferentes temáticas relacionadas con el fútbol, trabajan intensa-mente con su motricidad, pues su coordinación es trascendental para llegar sin problemas a ser cadetes y luego profesionales.?Cuando uno hace una planificación, siempre piensa que esa categoría, que esos niños lleguen al plantel y que puedan disputar un campeonato a la par con cualquier equipo grande. Ese es el sueño de uno y para eso trabajamos, para que ojalá en un corto plazo se pueda lograr?, explica Mauricio Pinto Coronado, entrenador de la Escuela de Fútbol de Lota Schwager.Los días martes y jueves practican en Camilo Olavarría, los sábados y domingos juegan partidos pactados generalmente- con otros clubes. En cada una de esas labores los acompañan sus padres o apoderados, los que según Pinto- son fundamentales en su proceso de aprendizaje.?A nosotros nos hace muy bien que los padres vengan, porque así los niños se sienten respaldados por sus familias. Sus padres están bien organizados, ayudan con la implemen-tación del equipo, hacen beneficios y muchas otras cosas?, cuenta el entrenador.Sin ese apoyo, todo sería más complejo, pues hay niños de escasos recursos y aunque la mensualidad es de sólo mil pesos, no siempre tienen el dinero, así como tampoco para cubrir otros gastos. Pero el club no quiere que eso aplaste el talento de los jugadores y Pinto señala que tienen ?un buen directorio, que le ha dado todo su apoyo a la escuela, lo que nos tiene a todos contentos. Ellos tienen todos los datos ordenados respecto a los niños y a su situación socioeconómica, así que tienen claro quiénes son los que tienen los recursos materiales y quiénes los que necesitan más o menos ayuda en eso. Ayudan con su alimentación, equipamiento y pasajes, entre otras cosas?.La farándula: ni siquiera en la banca Inevitablemente, los niños hacen muchas preguntas respecto a lo que ven en los medios de comunicación y que tiene relación con futbolistas implicados en escándalos de la farándula o desórdenes que los perjudican como profesionales. Cuando se sienten confundidos por esos sucesos, ?nosotros les recordamos todo el trabajo que hacen y por qué están aquí, lo importante que es la familia como base para su desarrollo y los valores que tienen como seres humanos. Tenemos un buen control con ellos acá, así que intentamos que entiendan eso y cuando lo hacen, las preguntas se contestan solas, porque esos futbolistas que no responden, es porque no llevan una vida familiar, entre otras cosas. También tenemos la fortaleza de que el cien por ciento de los niños están con sus padres?, explica Pinto.Así, estos niños de población O'Higgins, Salvador Allende, Camilo Olavarría, Laguni-llas, Lo Rojas y otros sectores de Coronel, son una esperanza y un tesoro para el fútbol local: ?Siento una gratificación inmensa. Los primeros niños que trabajaron con nosotros ya están compitiendo en cadetes sub -17 y verlos desde niños y ahora con la posibilidad de subir al plantel?. Eso nos tiene felices. Pero la felicidad muchas veces también está en otras cosas, por ejemplo, si no llegan al plantel, en verlos y saber que son buenas personas en su vida cotidiana? Eso también es gratificante?, reflexiona su entrenador.Una vez más los niños son la luz que ilumina el mundo y la esperanza de que el futuro estará en buenas manos si éstas se protegen con amor, responsabilidad y compromiso, algo que Mauricio Pinto tiene absolutamente claro y lo practica.
Fotos y textos: Gentileza Revista SurUrbano